viernes, noviembre 14, 2008

Lucha contra el fraude en el IVA.

La Comisión Europea sugirió reformar el sistema del IVA en la Unión Europea para combatir el fraude fiscal transfronterizo, que cuesta a las arcas de los Estados miembros alrededor de 60.000 millones de euros, el 10% de los ingresos por este concepto.

El comisario de Fiscalidad, László Kóvacs, presentó una serie de ideas para mejorar la cooperación administrativa entre los países de la UE, y pidió que los acuerdos con otros Estados que no pertenezcan a la comunidad incluyan duras cláusulas de cooperación en materia fiscal.

Pero al mismo tiempo pidió abrir el debate sobre la posibilidad de introducir modificaciones en el sistema actual de IVA para evitar los casos crecientes de 'fraude carrusel' o fraude en cadena. "Necesitamos estudiar nuevos métodos para luchar de forma más eficaz contra el fraude fiscal. Su amplitud es cada vez más preocupante", dijo Kóvacs.

De acuerdo con el sistema actual, el IVA se paga en cada transacción de la cadena de comercialización de un producto, desde la fábrica hasta la tienda. Estas cantidades se reembolsan en todas las etapas, excepto cuando los consumidores hacen la compra final. No obstante, cuando se trata de ventas transfronterizas en la UE, el suministrador no carga IVA y los productos circulan libres de impuestos.

El 'fraude carrusel' se produce cuando una empresa adquiere un producto en otro Estado miembro sin pagar IVA a su suministrador. A continuación, lo vende dentro de su país a un tercer operador, al que sí le carga el impuesto, pero no lo devuelve al fisco y desaparece. El tercer operador reclama a la administración que le devuelva el IVA que ha pagado, lo cual supone una pérdida financiera para el Estado miembro afectado.

Entre las ideas que baraja el Ejecutivo comunitario para impedir este tipo de fraude se encuentra la de generalizar el modelo de autoliquidación, según el cual el IVA se aplica únicamente a los clientes finales, que pueden deducírselo si los productos o servicios se han comprado con una finalidad empresarial. Alemania y Austria han pedido a la Comisión que se generalice la autoliquidación, y Kóvács explicó que lo están estudiando los expertos, pero advirtió de que hay que garantizar que no se creen nuevas oportunidades para el fraude.

No obstante, el modelo preferido por Bruselas se basa en cargar el IVA de los bienes y servicios en el Estado miembro de origen. Los productos no circularían libres de IVA dentro de la UE y ello impediría el 'fraude carrusel' aunque no otros tipos de fraude relacionados con la economía sumergida.

El comisario de Fiscalidad reconoció que es muy difícil lograr la unanimidad de los Estados miembros sobre este modelo, y dijo que sólo lo propondrá formalmente si encuentra un "apoyo general" entre los Veinticinco en las discusiones preliminares. La primera está prevista en la próxima reunión de ministros de Economía de la UE del 7 de junio en Luxemburgo.

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